La pandemia del coronavirus se ha convertido en la excusa para que la Casa Blanca desempolve planes migratorios que forman parte de la política de ‘tolerancia cero’ y que permanecían engavetados por falta de oportunidades.
Miles de trabajadores extranjeros con visas tipo H-1B y H-2B que han perdido sus empleos durante la pandemia de covid-19 podrían verse doblemente afectados al no poder extender sus estadías en el país y verse obligados a salir de Estados Unidos.
El diario The New York Times reportó el martes que es poco probable que el gobierno de Donald Trump permita a los portadores de estas y otras visas de trabajo extender sus estadías en el país en medio de la emergencia de salud pública que golpea al mundo entero.
El pasado 22 de abril Trump firmó una orden ejecutiva temporal suspendiendo por 60 días la inmigración legal al país. La medida congeló la entrega de miles de residencias legales permanentes (LPR) y el mandatario anticipó que habría una segunda orden que impactaría en las visas de trabajo.
La Casa Blanca ha dicho que la prioridad del gobierno es garantizar que los puestos de trabajo que se habiliten a medida que se reabra el país, deben estar garantizados para los trabajadores estadounidenses.
El diario dijo que los trabajadores profesionales extranjeros con visas H-1B que han perdido sus empleos desde que el país entró en cuarentena la tercera semana de marzo, por ley tienen 60 días de plazo para transferir sus visas a otro empleador.
“Pero no hay garantía de que los vayan a contratar en ese tiempo”, dice Ezequiel Hernández, un abogado de inmigración que ejerce en Phoenix, Arizona y colabora frecuentemente con la redacción de Univision Noticias.
“Si el trabajador se queda sin empleo, la visa ya no vale. Y si no se coloca en otra empresa que pida el traspaso de la visa, se tiene que ir del país”, agregó.
The New York Times reportó, citando un informe del Southern Poverty Law Center (SPLC), que la pandemia del coronavirus se había convertido en la excusa perfecta para que el principal asesor político de la Casa Blanca, Stephen Miller, pusiera en marcha un plan que venía elaborando desde que Trump llegó a la Casa Blanca: cerrar las fronteras, y con ello la entrada de trabajadores profesionales H-1B y estacionarios H-2B.
Ahora The New York Times reporta que las nuevas medidas se encuentran bajo revisión, de acuerdo con dos funcionarios de inmigración actuales y dos anteriores.
Entre las medidas que se barajan también se incluye eliminar un programa que permite a los extranjeros graduados en universidades estadounidenses permanecer en el país y trabajar.
Apoyo en el senado
Los planes de Trump para reducir la inmigración legal cuentan con el apoyo de al menos cuatro senadores republicanos, quienes la semana pasada le enviaron una carta al mandatario en la que no solo apoyan la orden ejecutiva que en abril suspendió por 60 días la inmigración, sino que exigen suspender la totalidad de visas de trabajo hasta el próximo año o hasta que el desempleo haya regresado a la normalidad.
“Escribimos para instarlo a suspender todas las visas de nuevos trabajadores invitados durante 60 días y suspender ciertas categorías de visas para nuevos trabajadores invitados (no inmigrantes) por lo menos hasta el próximo año o hasta que el desempleo haya vuelto a los niveles normales”, puntualizaron.
Los senadores, entre ellos Tom Cotton (Arkansas), que en 2017 copatrocinó una propuesta de reforma inmigratoria restrictiva que dejaba fuera de cualquier posibilidad de legalización a los 11 millones de indocumentados, añadieron que “estas suspensiones son críticas para proteger a los trabajadores estadounidenses a medida que nuestra economía se recupera” e indicaron que, si bien el cierre de actividades económicas en los estados ha sido necesario para reducir la propagación de esta pandemia de coronavirus, “los resultados han sido devastadores para empresas y trabajadores por igual”.
De acuerdo con el Departamento del Trabajo, el desempleo en Estados Unidos se disparó en abril a 14.7%, el nivel más alto registrado.
Al 21 de enero había 421,276 trabajadores profesionales extranjeros en el país con visas H-1B y unos 220,000 estudiantes graduados con permiso para trabajar después de completar sus estudios, dijo el diario.
En la mira desde 2017
El programa de visas H-1B se encuentra en la mira de Trump desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 y du desaparición forma parte de su lista de compromisos de campaña.
En mayo de 2018 Univision Noticias reportó que el gobierno había dado un paso más para endurecer su política migratoria y poner más restricciones a la emisión de visas H-1B y H-2B, para trabajadores profesionales y temporales extranjeros respectivamente.
Ese día la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) y el Departamento de Justicia firmaron un memorando de entendimiento para ampliar la colaboración en el esfuerzo por detectar y eliminar el fraude, abuso y discriminación por parte de extranjeros que utilizan estos visados.
El acuerdo se ampara en la orden ejecutiva que Trump firmó el 18 de abril del 2017 (‘Compra estadunidense, prefiere estadounidense’), con el que pretende controlar las asignaciones de las visas H-1B y H-2B, pero no su proceso. El decreto, además, tiene como objetivo favorecer a los trabajadores estadounidenses sobre los extranjeros.
La USCIS explicó en aquella ocasión que en 2017 la División de Derechos Civiles lanzó una iniciativa para proteger a los trabajadores estadounidenses “con el objetivo de identificar, investigar y tomar medidas coercitivas contra las empresas que discriminan a los trabajadores estadounidenses en favor de los trabajadores extranjeros”.
Las visas H-1B y H-2B
El gobierno otorga cada año 65,000 visas tipo H-1B para profesionales extranjeros más una cuota adicional de 20,000 para graduados en universidades estadounidenses con un título de maestría.
El programa de visas H-1B establece que los patronos estadounidenses deben pagar a los trabajadores extranjeros el salario predominante según su campo de trabajo. También deben demostrar que los estadounidenses calificados no están siendo marginados para desempeñar la posición o puesto que ocupa el extranjero.
Las visas H-1B son destinadas a profesionales tales como arquitectos, periodistas, administradores de empresa, técnicos en computadoras o ingenieros, entre otros.
Por su parte, el programa de visas H-2B, que cada año distribuye 66,000 cupos divididos en dos partes iguales de 33,000 por cada semestre, ayuda a las empresas estadounidenses a llenar puestos temporales en hoteles, resorts y empresas de jardinería, actividades no muy atractivas para los estadounidenses.
Los inmigrantes elegibles para esta visa incluyen a trabajadores temporales para llenar empleos en el procesamiento de mariscos, entrenamiento de caballos, hoteles, parques de atracciones, bosques, jardinería (‘landscaping’), circos, carnavales, concesionarios de alimentos, mantenimiento de piscinas, campos de golf, extracción de piedras y otras industrias estacionales.
Autor: Jorge Cancino
Fuente: Univisión
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