El gobierno ya ha reestructurado gran parte del sistema de asilo, alegando que muchos abusan y que está abrumado con solicitudes que no tienen méritos de admisión
El gobierno ya ha reestructurado gran parte del sistema de asilo, alegando que muchos abusan de él y que está abrumado con solicitudes que no merecen admisión. Sus políticas incluyen hacer que los solicitantes aguarden en México mientras sus peticiones son examinadas en tribunales estadounidenses, y negarle el asilo a cualquiera que llegue a la frontera con México y haya pasado por otro país en su camino a Estados Unidos sin primero solicitar protección allí.
Y es que miles de inmigrantes provenientes en su mayoría de Centroamérica han llegado a la frontera en caravana que son organizadas desde su países a través de las redes sociales. Huyen por razones económicas o por la violencia y llegan a Estados Unidos con el propósito de solicitar asilo, mientras el Gobierno estadounidense argumenta que carecen de méritos.
Las multitudinarias caravanas han afectado el sistema de inmigración estadounidense y abarrotado los centros de detención.
Más selectivos
La serie más reciente de iniciativas —presentadas preliminarmente la semana pasada— le ordena a los jueces de inmigración ser más selectivos a la hora de conceder solicitudes y les permite rechazar algunas sin necesidad de una audiencia. Su lenguaje denso a lo largo de 161 páginas describe reglas que el gobierno ya ha tratado de implementar y otras nuevas.
Su publicación el lunes en el Registro Federal, la gaceta oficial, marca el inicio de un período de 30 días para que el público comente al respecto antes de que las normas puedan entrar en vigor. El gobierno debe responder cada comentario que reciba, por lo que es imposible predecir cuándo podrían empezar a aplicarse. Es probable que sean impugnadas.
“Esto es como el Frankenstein de todas las reglamentaciones antiasilo», a juicio de Stephen Yale-Loehr, profesor de práctica legal de inmigración en la Escuela de Derecho de la Universidad Cornell. “Pone todo junto en un gran paquete».
Los abogados especializados en inmigración estaban examinando los detalles días después de que fueron publicados por primera vez, pero aquí presentamos algunas cláusulas que ellos destacan:
—Los jueces de inmigración, que trabajan para el Departamento de Justicia y reciben órdenes del secretario de Justicia, podrían rechazar solicitudes “legalmente deficientes» sin necesidad de una audiencia. Los solicitantes de asilo tendrían al menos 10 días para responder.
Una audiencia le permite a los solicitantes de asilo comprender el proceso, dijo Greg Chen, director de relaciones con el gobierno para la Asociación Americana de Abogados de Inmigración. Los que no tienen abogados, no hablan inglés y desconocen las leyes de inmigración estarían en desventaja.
—Existen varios factores nuevos que pesan en contra del asilo, incluyendo el no haber pagado impuestos. Los registros de antecedentes penales seguirán siendo tomados en cuenta en contra del solicitante de asilo incluso si las condenas han sido eliminadas, modificadas o revertidas.
La prohibición a otorgar asilo a cualquiera que viaje por otro país en su camino hacia Estados Unidos conlleva peso adicional. El haber pasado más de dos semanas en un país o haber viajado a través de más de un país influyen para que alguien no obtenga asilo.
El objetivo del asilo es proteger a la gente de la persecución basada en la raza, la religión, la nacionalidad, la opinión política o la pertenencia a un grupo social particular. El grupo social es el más difícil de definir, y el gobierno ha intentado elevar los requisitos para las víctimas de violencia de pandillas y de violencia doméstica.
Las reglamentaciones propuestas dicen que los pandilleros no deberían ser considerados parte de un grupo social si es que fueron reclutados o fueron blanco de pandillas o si viven en un país con violencia generalizada.
Las normas redefinen “persecución”, diciendo que, para cumplir con ese requisito, el solicitante de asilo debe estar sujeto a una “amenaza apremiante”. Yale-Loehr de Cornell dice que un prisionero que viva con las luces encendidas las 24 horas del día, música estruendosa, falta de agua y espacio insuficiente para recostarse no cumpliría con dicho criterio.
La definición de “opinión política” también está interpretada en forma más restrictiva, según los expertos.
Andrew Arthur, un juez de inmigración retirado, dijo que las normas son un paso adelante para corregir un sistema que él considera una “desgracia nacional”. Arthur, que está afiliado al Centro para Estudios de Inmigración, dijo que “trae cambios sensibles a algunas de las cláusulas menos lógicas en las reglamentaciones actuales».
Fuente: Diario Las Americas
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